La panna cotta, un clásico de la repostería italiana, es un postre que combina simplicidad y sofisticación. Su nombre, que se traduce como "nata cocida", refleja su componente principal: la crema. Este dulce es ideal para cerrar una comida con broche de oro, gracias a su textura suave y sabor delicado.
INGREDIENTES (4 porciones)
- 500 ml de crema de leche
- 100 ml de leche
- 100 g de azúcar
- 4 hojas de gelatina
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
PREPARACIÓN
1. Hidratar las hojas de gelatina en agua fría durante 5 minutos.
2. En una cacerola, calienta la crema, la leche y el azúcar a fuego medio, sin dejar que hierva.
3. Retirar del fuego y agregar la gelatina escurrida, así como el extracto de vainilla, mezclando bien hasta disolver.
4. Verter la mezcla en moldes individuales y refrigerar durante al menos 4 horas, o hasta que cuaje por completo.
5. Desmoldar y servir, ponerle encima jugo de alguna fruta o con caramelo.
BENEFICIOS
La panna cotta, además de ser un delicioso para el paladar, proporciona calcio y grasas saludables provenientes de los lácteos, aunque se recomienda disfrutarla con moderación debido a su contenido calórico.
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